RIO NAZAS

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viernes, 20 de mayo de 2011

¿Evaluación Universal del Magisterio?




Luis Hernández Montalvo.
Caminando con cierta dificultad, la maestra Elba Esther Gordillo llega hasta el castillo de Chapultepec  para celebrar el Dia del Maestro, como parte de los rituales que los primeros gobiernos revolucionarios  instauraron como una forma de reconocer  el trabajo de quienes contribuyeron a la transformación económica cultural del México del siglo XX.
Sin rodeos, sin mayores explicaciones, atropeyando la dicción en la lectura del discurso, con la voz entrecortada, con el rostro desencajado y con la contrariedad dibujada en sus movimientos y gestos, y reconociendo desencuentros con el actual Secretario de Educación Pública, la Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –SNTE- solicita la Evaluación Universal del Magisterio Nacional:
“Hoy mismo le estamos solicitando que en fechas próximas, autorice la aplicación de la Evaluación Universal al Magisterio Nacional, compromiso establecido en la Alianza por la Calidad de la Educación, que nos permitirá contar con un diagnóstico preciso acerca de lo que el maestro requiere para mejorar su proceso de actualización en la ruta para elevar la calidad en el servicio que presta”.
Como respuesta, el Presidente de la República, con un aire de triunfalismo que no puede ocultar frente a las cámaras y cruzando una mirada de complicidad con el señor Alonso Lujambio Irazabal, con la seguridad de quien ha ganado una batalla más, le dice a la maestra:
“Maestra Elba Esther Gordillo, estoy totalmente de acuerdo con usted. Agradezco su palabra y su propuesta, la tomo en firme y desde luego la invito para como usted propone, sigamos avanzando en la Calidad Educativa, y por eso, celebro que el SNTE, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y el gobierno, vayamos juntos y vayamos adelante como usted lo propone en la Evaluación Universal de los Maestros, para que podamos, como usted dice, hacer el diagnóstico, valorar a los maestros, saber dónde tenemos que ofrecer más, preparar más, que revisar más”.
La decoración del escenario en la sala de armas del Castillo de Chapultepec es demasiado austero, apenas un pequeño pizarrón con una felicitación con una pésima caligrafía con la leyenda: “Feliz Día del Maestro”, a la que el señor Felipe Calderón le agrega un corazón con un jis de mala calidad que no logra su objetivo.    
De esta manera, acuerdan SNTE y Calderón Evaluación Universal de Maestros que, en otras circunstancias, sería un referente para detectar nuestras deficiencias y corregirlas. No será el caso que nos ocupa, lo que va a arrojar esta evaluación, son las miserias en grado superlativo en la formación de maestros, sobre todo en las nuevas generaciones de licenciados en educación.
 Estamos ante una situación de riesgo, en primer lugar, porque la llamada Evaluación Universal, no es una ocurrencia nueva de la Presidenta del CEN del SNTE, no, frente a la parálisis del Congreso de la Unión para aprobar las reformas a la legislación laboral, la Presidencia de la República ha rebasado al Poder Legislativo  y a los partidos políticos, mediante la promulgación de leyes que están modificando radicalmente las relaciones laborales del magisterio y en general de los trabajadores al servicio del Estado, incluyendo la vigencia de los sindicatos como supuestos representantes de los intereses comunes de los trabajadores.
Solo como referencia, el 6 de septiembre de 2007, fue aprobado y publicado en el Diario Oficial de la Federación el nuevo Reglamento de la Ley al Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal, que en el Capítulo Décimo Tercero Del Subsistema de Evaluación del Desempeño, en su Artículo 70 se lee:
“Los servidores públicos de carrera sujetos a evaluación y sus superiores jerárquicos llevarán a cabo sesiones de seguimiento para mejorar el desempeño y lograr el cumplimiento de metas del periodo correspondiente” y de manera seguida, en el Artículo 72 se establece:
“Los casos de los servidores públicos de carrera que obtengan puntajes no satisfactorios, serán valorados de manera individual por el Comité Técnico de Profesionalización, a fin de detectar las causas de dichos resultados y proponer las medidas correctivas que procedan para mejorar su desempeño. Las medidas adoptadas podrán consistir en:
V.-…Los servidores públicos de carrera que no acrediten esta evaluación, serán separados de su puesto y del sistema, por desempeño deficiente conforme a lo previsto en los Artículos 58 y 60, fracción VII de la Ley.
La señora Elba Esther sabe lo que significará para sus representados la Evaluación Universal de los Maestros, pero también para el sindicato que representa. No fue una iniciativa de la maestra y haber llegado a este punto, le recuerda que su imperio vitalicio está por llegar a su fin. Ya el 31 de diciembre de 2008, la señora Josefina Vázquez Mota, entonces Secretaria de Educación Pública, publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo número 465 por el que se emiten las Reglas de Operación del Programa del Sistema Nacional de Formación Continua y Superación Profesional de Maestros de Educación Básica en Servicio. –que conste-
Las reacciones que se han producido son muy variadas y en muchos casos cargadas de conservadurismo y con buenas dosis ideológicas difíciles  de sostener en las condiciones actuales.
Los hay quienes con un rictus de alarma extrema se oponen y llaman a la resistencia a los trabajadores, sin más, otros desde el ámbito de la iniciativa privada, se frotan las manos por creer que estamos ante el fin de la Escuela Pública y contribuyen con propuestas en las redes sociales para destruir el sindicalismo y por el sometimiento de los trabajadores.
¿Por qué no abandonar la actitud de víctimas y tomamos la palabra y nos insertamos en un debate desde la visión y experiencia de los maestros de Educación Básica?
Los profesores mexicanos nos encontramos ante la más completa indefensión  jurídica, no veo a los abogados contribuir a un debate que nos ayude a una mejor comprensión de los cambios que se imponen al mundo del trabajo, al margen de los trabajadores y con la complicidad de los Diputados y Senadores del Congreso de la Unión, de derecha, centro e izquierda.
Los partidos de izquierda abandonaron su tradición de elaboración sobre los problemas nacionales, su inserción en las reglas del juego electoral los condena a ser omisos frente a los grandes problemas nacionales y lo mismo ocurre con los asuntos laborales de los trabajadores como los efectos de la violencia que ya desbordó los odios y la frustración que cala la consciencia nacional.
 En los próximos días van a arreciar los ataques al ya demeritado prestigio de los maestros, a los que se les hace responsables del fracaso educativo nacional, sin ver que es el propio sistema educativo y su naturaleza burocrática lo que subyace en nuestros graves problemas educativos.
Se pondrá en tela de juicio la vigencia de la Escuela Pública en el país como espacio de formación de los niños y jóvenes. La aplicación de las pruebas Enlace y PISA, son un indicador del fracaso escolar y educativo, que lo mismo incluye a  la educación pública como a la privada, por lo tanto, la Escuela Privada, en tanto presta un servicio público, también deben ser evaluados sus maestros y junto a la evaluación, sería conveniente saber cuántos de los que hoy trabajan como maestros, reúnen los requisitos de un  perfil de formación profesional para ejercer la carrera y que la SEP el SNTE han envilecido.
 Evaluar a los maestros cuando el sistema de formación está vencido e inmoralmente corrompido, es peligroso y éticamente incorrecto, pero que se haga para conocer el tamaño del poder destructivo del Sindicato y la administración, cada quien debe tomar su parte de responsabilidad y asumir las consecuencias del desastre educativo en México. Llegó la hora de tomar la palabra.

1 comentario:

  1. Profr. José Luis. Me da la impresión de que usted es de las personas que ponderan los intereses de su gremio sobre los intereses de los mexicanos. Se ha puesto a pensar que a nosotros como padres nos interesan sus situaciones laborales y salariales pero no por encima ni a costa de la educación de nuestros hijos. Hagan su evaluación y si están calificados que les aumenten sus salarios y prestaciones pero sino, entonces pónganse a estudiar para estar a la altura de las necesidades educativas que mecesita nuestro país. Ya basta de estar alimentando parásitos que solo se sirven de nuestros impuestos. ojalá que en la evaluación Usted sea de los maestros altamente preparados que necesita nuestro hermoso México.

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